La preocupación por el futuro del planeta y de las próximas generaciones ha estado en el orden del día de la mayoría de los debates de los medios de comunicación en la actualidad. El impacto del cambio climático está poniendo en peligro nuestros ecosistemas y, para intentar revertir esta situación, es necesario que toda la sociedad tome conciencia y haga de la sostenibilidad una prioridad.
Siguiendo esta perspectiva, gracias a la transformación digital, una de las soluciones que ha ido ganando protagonismo son los Smart Buildings, que utilizan la tecnología para permitir el uso eficiente y económico de los recursos, aportando beneficios tanto al propio entorno como a las empresas.
Para comprender mejor este escenario, en este artículo exploramos cómo los edificios inteligentes funcionan basándose en la tecnología para reducir su huella de carbono, destacando cómo esto repercute en la sociedad. Siga leyendo.
Edificios inteligentes: el papel de los avances en la reducción de la huella de carbono
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los edificios son responsables de más de un tercio del consumo mundial de energía final y de casi un 40% del total de las emisiones directas e indirectas de CO2 derivadas del uso de la energía.
Por lo tanto, es fundamental poner en marcha estrategias para reducir estas cifras, para lo cual, como ya se ha mencionado, la tecnología es un gran aliado. Para hacernos una idea, siempre según la AIE, la digitalización, que incluye controles inteligentes y dispositivos conectados, podría reducir el uso total de energía global en los edificios en un 10% para 2040.
¿Cómo pueden contribuir los edificios inteligentes a la construcción del futuro?
La principal característica de un edificio inteligente es que los sistemas están conectados y permiten una supervisión constante y en tiempo real, permitiendo incluso ajustes automatizados. Para ello, tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), el Big Data, la Analítica de Datos y la Inteligencia Artificial (IA) son algunas de las tecnologías esenciales.
En este entorno, los sensores se utilizan para la recogida de datos, asegurando que tanto los sistemas como los responsables de la gestión del edificio reciban la información para la toma de decisiones relacionadas con la asignación de recursos. Esto se debe a que, con datos precisos, es posible controlar y optimizar, por ejemplo, el suministro de servicios de calefacción, refrigeración, iluminación y ventilación en todo el edificio.
Un sistema de climatización también tiene una participación clave, actuando en la automatización, monitorizando y enviando alertas cuando hay un exceso de consumo, buscando así mejorar el rendimiento del edificio, lo que contribuye directamente a la eficiencia energética y, en consecuencia, a la reducción del impacto ambiental.
Además, todas estas mejoras también son conducidas a la comodidad ambiental, es decir, las personas que ocupen el edificio estarán en un entorno más confortable, lo que se traduce incluso en una mayor productividad cuando se trata de un edificio comercial.
Sin embargo, podemos concluir que, la tecnología jugará un papel fundamental en la construcción del futuro, y los empresarios que estén dispuestos a convertirse en «Smart Buildings» estarán contribuyendo significativamente a la sostenibilidad.
Recordando también, que en 2021 comenzamos la «Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas», un PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), donde los científicos han identificado los próximos 10 años como la última oportunidad para evitar un cambio climático catastrófico. Y uno de los objetivos es reducir drásticamente la huella de carbono, para lo cual la descarbonización de los edificios será primordial.
Por ello, lo ideal es que las empresas inviertan cuanto antes en tecnología para construir lugares más inteligentes y sostenibles.
Actuación de Convergint en soluciones para edificios inteligentes
Convergint tiene una división para ofrecer soluciones de ingeniería con el uso de tecnologías abiertas dirigidas al segmento de la automatización de edificios utilizando la concepción de IoT que puede contribuir en la optimización del uso de los recursos y consecuentemente en la reducción de la huella de carbono.
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